REDACCION DELAZONAORIENTAL.NET
Aunque el juguete, que en español recibe el nombre de “Bebé Glotón”, no es nuevo, en los últimos días su puesta en venta en países como el Reino Unido o Estados Unidos ha generado bastante debate, e incluso algunas madres lo han calificado como “raro”, “aterrador” y “desagradable”. Claramente bastante alejado del objetivo original del fabricante.
“La magia de la maternidad”. Con esa frase la empresa española Berjuan promociona a su producto estrella, “The Breast Milk Baby”, una muñeca similar a cualquier otra, pero que tiene una característica muy particular: su dueña puede “amamantarla”.
Para jugar con ella, la niña debe ponerse primero un peto que tiene dos flores ubicadas a la altura de sus pezones. Luego, debe acercar la muñeca a uno de ellos para que ésta comience a emitir sonidos que simulan que toma leche materna. Finalmente, la “madre” debe ayudarla a botar los gases o, de lo contrario, el juguete comienza a llorar.
“The Breast Milk Baby” viene en varios modelos. Savannah, por ejemplo, es una niña a la que se describe como “un poco quisquillosa antes de la hora de que sea amamantada, aunque después está lista para un abrazo”. Cameron, por su parte, “siempre se está moviendo y le encanta que le presten atención”. También están Lilyang y Tony, que tienen marcados rasgos orientales, y Jessica y Jeremiah, cuya piel es de color negro.
LA META SEGÚN LOS FABRICANTES
“‘Bebé Glotón’ es una apuesta por la lactancia materna (…) La finalidad del proyecto es transmitir a la infancia a través del juego, el trascendental valor que posee la alimentación natural en los bebés”, se explica en la página web en español del juguete.
En el sitio en inglés se agrega que “‘The Breast Milk Baby’ permite a las niñas expresar su amor y afecto de la manera más natural posible, ¡tal como mamá!”. Asimismo, se afirma que la muñeca “les enseña las habilidades que necesitarán para criar a sus propios hijos sanos”.
Y EL RECHAZO
No obstante, la explicación no convence a todos. “¿Por qué una niña pequeña necesita aprender cómo amamantar antes de que tenga pechos? ¿Antes de su pubertad?”, comentó una madre en Mumsnet, un sitio web británico orientado a los padres. Y agregó: “Éste es otro desagradable ejemplo de forzar la adultez en nuestros niños antes de que estén listos”.
“Tenemos mucho apoyo de muchas organizaciones que promueven la lactancia materna, muchas madres y muchos educadores”, se defendió Dennis Lewis, representante de Berjuan en Estados Unidos, según publicó el periódico británico “Mail Online”.
Sin embargo, también reconoció que ha habido mucho rechazo de personas que quizás realmente no han pensado cuál es el propósito de la muñeca. “Por lo general se trata de personas que, o bien tienen problemas con la lactancia materna, o lo ven como algo sexual”, aseveró.
Otro aspecto que ha generado polémica es el alto costo que alcanza el juguete . En el Reino Unido, por ejemplo, su valor es de 60 libras (unos $45.800), mientras que en Estados Unidos -donde comenzó a venderse el pasado 9 de noviembre- de 89 dólares (unos $42.700). Pero, como estrategia para la próxima Navidad, si se compra a través de internet, el precio baja a la mitad.
Por su parte, Sally Wendkos , autora de “El completo libro sobre lactancia materna”, calificó el juguete como “muy tierno” y descartó que contribuya a sexualizar a las niñas .
Cristian Bahamondes , psicólogo de Clínica Santa María, sostiene que “The Breast Milk Baby” no es una muñeca muy diferente a cualquier otra, con la excepción de que tiene un valor agregado: el simular que toma leche cuando su dueña se la acerca al pecho. Y, en este sentido, asegura que si no existiera, las niñas de igual forma recurrirían a otra muñeca para jugar de esa forma, ya que ésa es su manera de manifestar su propia vivencia de haber sido bebé, es decir, proyectan en la muñeca lo que su madre hizo con ellas.
En este sentido, el experto asegura que el juguete de Berjuan no puede ser calificado de “malo”, sino que a su juicio la maldad está en el discurso de los mayores . “El tema está en cómo los adultos la ven, porque si no hay una sexualización, la niña no debería tener alteraciones”, afirma. Y agrega: “Los papás critican, pero si quieren la compran o no”.
Fuentes: Agencias
Editado por: Protestante Digital 2012