REDACCION PERIODICO DELAZONAORIENTAL.NET
SENADORA CRISTINA LIZARDO:
Al conmemorarse hoy 8 de marzo, el “Día Internacional de la Mujer”, permítanme aprovechar la oportunidad para expresar mis más cálidos y sinceros saludos a la mujer dominicana que con su esfuerzo y con su apoyo contribuye a la búsqueda de la felicidad y el bienestar familiar, económico, político y social de la Nación.
Hoy, desde el despuntar de la mañana recordamos con afecto y admiración al Guía Espiritual de nuestro Partido de la Liberación Dominicana, al dominicano “Grande entre los Grandes”, nuestro inolvidable Profesor Juan Bosch, quien siempre tuvo a la mujer en el primer orden de su visión política.
Hoy es un día en que junto al propósito que nos anima de enaltecer la Mujer, es ineludible recordar la figura y el pensamiento de nuestro Maestro Inmortal cuya concepción de la mujer dominicana, le permitía dibujarla como un ser hermoso, virtuoso e inteligente, decidida a asumir el compromiso histórico que el destino le depara y como sujeto de atención necesaria y permanente que motiva a trabajar sin descanso hasta verla total y definitivamente apartada de la exclusión a que ha sido sometida por siglos.
Juan Bosch nos enseñó que las cargas que frenan el progreso de los pueblos suelen posarse de manera más severa sobre la mujer, sobre la madre, sobre la madre jefa de familia y sobre la madre soltera, por constituir el segmento más sensible e indefenso de las poblaciones de nuestros pueblos, por lo que deben ser objeto de la mayor atención.
La negación de derechos a que ha sido sometida la Mujer a través de los tiempos aparece resumida en libros y tratados, en una definición pronunciada a veces para engalanar discursos, como un concepto sutil, como una simple frase llamativa, se habla de: una deuda social acumulada.
Invocamos hoy la memoria y enseñanza del Profesor Juan Bosch para asegurar, en este hermoso día, que nuestro Partido de la Liberación Dominicana, que nuestro Candidato Danilo Medina y todos nosotros sostenemos el firme propósito de lograr que la equidad sea condición imprescindible en el trato que debe dispensársele a la mujer dominicana en procura de que su participación sea de forma cada vez más amplia en el quehacer de la vida nacional y de nuestro desarrollo.
Así está escrito y así se hará.
En el “Día Internacional de la Mujer” reitero nuestro empeño para que cada mujer tenga la oportunidad de llamarse, con toda propiedad, una “mujer trabajadora”, ya sea porque cuenta con un empleo remunerado o porque le habremos proporcionado los medios que le permitan desarrollar una actividad productiva por cuenta propia.
Reitero nuestro abrazo efusivo a la Mujer Dominicana, a la mujer del mundo, a propósito de la celebración del Día Internacional de la Mujer, conmemoración esta que se guarda desde 1908.