Las imágenes del satélite Copernicus Sentinel-5P de la Agencia Espacial Europea ha puesto de manifiesto una reducción significativa de los niveles de dióxido de nitrógeno como consecuencia de las medidas de confinamiento y distanciamiento social tomadas para frenar el coronavirus.
“Al combinar datos durante un período específico de tiempo, 10 días en este caso, la variabilidad meteorológica comenzamos a ver el impacto de los cambios debido a la actividad humana”, declara Henk Eskes, del Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos (KNMI por sus siglas en inglés), en un comunicado publicado recientemente por la agencia espacial. Aun así, advierte el experto, la química en nuestra atmósfera no es lineal, por lo que la caía porcentual de las concentraciones de estos agentes contaminantes podría diferir algo al de la reducción de las emisiones.
Un análisis más detallado
El equipo de KNMI, en colaboración con científicos de todo el mundo, ha comenzado a trabajar en un análisis más detallado utilizando datos terrestres, meteorológicos y modelos inversos con el fin de interpretar las observaciones satelitales, lo cual dará una visión más completa y detallada sobre el impacto real que las medidas de confinamiento están teniendo sobre la calidad del aire.
Otros países del centro y norte del continente europeo, como Países Bajos o Reino Unido, también están siendo monitorizados, aunque la comunidad científica advierte de una mayor variabilidad de las concentraciones debido a las condiciones climáticas cambiantes. Las nuevas mediciones llevadas a cabo en la última semana ayudarán a completar los datos sobre la evolución de las concentraciones de dióxido de nitrógeno en Europa.
Fuente: https://www.nationalgeographic.com.es/