REDACCIÓN DELAZONAORIENTAL.NET
El hospital Ramón Carrillo (Mendoza) inauguró su sala de parto humanizado con el nacimiento de Tomás. La Maternidad Estela de Carlotto (Moreno) y el hospital Roque Sáenz Peña (Rosario) son otros ejemplos de formas alternativas de parir. Gustavo Baccifava, Jefe de Obstetricia de la institución santafecina, nos da las claves de los partos acuáticos.
Gustavo Baccifava, Jefe de la división de Obstetricia y Ginecología del hospital Roque Sáenz Peña de Rosario, lleva adelante un cambio de paradigma en dicha institución: en los últimos 40 días ya hicieron allí nueve partos en el agua. La Maternidad Estela de Carlotto, en Moreno (Buenos Aires), es otro lugar pionero en partos humanizados y, en los últimos días, el hospital Ramón Carrillo recibió a Tomás, el bebé que inauguró la sala de “nacimiento humanizado” en la institución mendocina. “Todo fue casi sin dolor”, dijo Daiana Postizzi, su mamá.
“Este cambio de mirada, para el cual necesitamos desde capacitar al personal hasta equipar la sala, nos llevó siete años en total”, dijo el especialista. Desde hace un mes, las mujeres que asisten a la nueva Área de Atención Integral de la Mujer del hospital son las protagonistas. “Los partos los hacen ellas, nosotros asistimos”, aclara Baccifava.
– ¿Qué se necesita para tener un parto acuático?
– Nosotros contamos con una sala TPR (para el trabajo de parto, el parto y la recuperación). En el mismo espacio físico hay un baño con ducha y bañera -más profunda que las comunes-, las mujeres lo eligen como baño de relajación, y a veces se produce el nacimiento ahí mismo. También tenemos pelota de esferodinamia, el banquito de parto, tela para parto vertical.
Básicamente, brindamos todas las herramientas (damos cursos de capacitación previos), el personal les informa todas las posibilidades, y en ellas está la elección de parir en el agua o no. Las mujeres deciden, tienen libertad de movimiento, libertad para adoptar la posición que deseen y se respetan sus tiempos. Están acompañadas por sus seres queridos en un clima contenedor, con luz tenue, música.
¿Cuántos partos tuvieron de este tipo?
– En un lapso de cuarenta días –luego de la inauguración-, tuvimos 9 nacimientos bajo el agua, sobre un total de 180.
– ¿Cómo es?
– El 80% de las mujeres que vienen usan la bañera para relajarse. Y puede decidir parir ahí. Hacemos partos con la menor intervención posible. En un trabajo de parto normal hemos reducido el uso de oxitocina artificial, episiotomía no hay -solo un en un 5%-, no se rompe la bolsa, las mujeres entran sin una vía inyectable a la bañera y hemos priorizado, como dice la OMS, los métodos no farmacológicos de alivio del dolor.Dejamos como última alternativa la peridural, que no es inocua, igual que la cesárea.
En el caso de los bebés sanos -más del 95 por ciento de los casos-, permanece en COPAP (contacto piel a piel) durante dos horas sin interrupción. Todas las prácticas, procedimientos, intervenciones rutinarias se postergan hasta después de ese momento.
– ¿Todas las mujeres pueden parir de esta manera?
– Sí, siempre que tengan un trabajo de parto normal, que tengan controles prenatales regulares y correctos, que estén acompañadas por profesionales. Es decir, cuando vienen llevando un trabajo de parto sin complicaciones.
– ¿Cuáles son los beneficios del parto acuático?
– Las mujeres se sienten cómodas en ese medio, lo utilizan como analgésico; en un momento determinado tienen la sensación de pujo y no se las obliga a salir. El medio acuático está en 36 ó 37 grados –la temperatura humana, igual al interior de la panza-. Al bebé lo puede recibir la misma madre o la enfermera que asiste al nacimiento. Se lo cubre con compresas tibias y se queda hasta que la mamá se sienta incómoda en el agua o empiece a sentir frío.
Se trata de un parto bastante natural porque no se tironea, no se tracciona. Pensemos que desde la antigüedad las mujeres hacían nacer a sus hijos en los ríos o en los mares, en las aguas termales. Actualmente lo practican los países nórdicos de Europa (Holanda, los países escandinavos) que paradójicamente son los países más industrializados y que cuentan con más tecnología, pero la utilizan menos.
– ¿Cuál es el mayor miedo que puede tener una mujer de tener un parto acuático? ¿Hay contraindicaciones?
– La fantasía es que el bebé se ahoga. Pero dentro del útero está rodeado de líquido amniótico (misma temperatura que la bañera), y no respira. Luego tiene un reflejo que se llama “gasping”, de primer respiración, cuando alcanza contacto con aire; es decir, no respira hasta que se lo saca del medio acuático.
Tampoco los partos en el agua aumentan la posibilidad de tener una infección, como a veces escucho por ahí (hay mucha desinformación).
Todas nuestras prácticas están basadas en estudios científicos éticos y respetando el marco legal vigente; en la evidencia científica seria. Repasamos la lectura más especializada y no hay ninguna contraindicación. En los primeros 100 nacimientos que atendimos el porcentaje de cesárea fue del 18%. El número de ingresos a neonatología es de un 6.28%, cuando en la mayoría de las instituciones es entre el 10 y el 15%. Los bebés sufren menos problemas respiratorios, gracias al mayor contacto con la mamá.
FUENTE: CLARIN.COM