La tierra en Haití volvió a temblar el sábado 14 de agosto en un violento terremoto de magnitud superior a 7 en la escala de Richter y que ha causado, por el momento, más de 300 muertos y miles de heridos.
El Papa Francisco, al finalizar el rezo del Ángelus este domingo en la plaza de San Pedro del Vaticano, mostró su dolor por los fallecidos, y se solidarizó con los heridos y con todos los afectados.
“Hace unas horas, se ha registrado un fuerte terremoto en Haití que ha provocado numerosos muertos, heridos y enormes daños materiales. Deseo expresar mi cercanía a aquella querida población duramente golpeada por el terremoto”.
“Mientras elevo al Señor mi oración por las víctimas, ofrezco mi palabra de ánimo a los supervivientes, deseando que sobre ellos se mueva el interés participativo de la comunidad internacional. ¡Que la solidaridad de todos pueda atenuar las consecuencias de la tragedia! Recemos juntos a la Virgen por Haití”, fueron las palabras del Santo Padre.
El fuerte temblor de tierra se produce 11 años después del terremoto de 2010 que causó 300 mil muertos y una destrucción sin precedentes de infraestructuras.
Según la agencia de noticias Europa Press (EP), el epicentro se localiza en el sur del país, donde se han producido la mayor parte de las víctimas. En concreto, el epicentro, se ha situado a 12 kilómetros de Saint Louis du Sud, según datos del Instituto Geológico de Estados Unidos recogidos por EP. Además, los daños se han visto agravados por las numerosas réplicas.
El terremoto supone un duro golpe para Haití, país que atraviesa una grave crisis interna, sobre todo tras el asesinato de su presidente, Jovenel Moïse, tiroteado en su casa en Puerto Príncipe el pasado 7 de julio.