REDACCION DELAZONAORIENTAL.NET
Miriam Cruz:
Oh Padre.. que tristeza tan honda saber que no escucharé más tu risa ni tu voz fuerte, que no estarás ahí para sentir tu apoyo y tu compañía de siempre.
Aprendí contigo el verdadero valor de una amistad. Por 30 años fuiste como un ángel en mi camino, hermana, cómplice de todo y hasta madre para mis hijos.
Mi Eu.. tu morada ha de ser hermosa al lado del señor y esa es la fortaleza que nos queda, saber dónde estás.
A Dios, gracias por permitirme conocer a un ser humano con un corazón conforme a ti.
Ahora a cantarle a Él. Al que hoy te abraza y te recibe con amor. Ya la batalla pasó, descansa en paz. Te extrañaré…