REDACCIÓN DELAZONAORIENTAL.NET
EE.UU.- A los 17 años, la americana Jaquie Goncher se rompió el cuello en un accidente causado por un baño en una piscina. La lesión como resultado le ocasionó una parálisis severa, los médicos le dijeron que no volvería a caminar el resto de su vida.
Para sorpresa de los expertos, Jaquie se casó a los 25 años y fue capaz de caminar por el pasillo para encontrarse con su novio. Sin embargo, ella no cree que su recuperación sucedió por suerte o competencia de la medicina, sino por un milagro de Dios.
“Cuando recobré el movimiento inicial, sabía que era Dios porque mi presión arterial era tan baja que no podía salir de la cama. Cuando el cirujano encontró que había comenzado a mover el dedo del pie, estaba en estado de shock”, dijo a la página web de Christian Today.
“Desde el principio, me las arreglé para recuperar algunos movimientos, hasta la curación completa, he visto un milagro”, agregó.
Dudas y fe
Aunque la fe de Jaquie le ayudó a superar su discapacidad, ella admite que tuvo momentos de duda. Una noche que estaba leyendo los pasajes de la Biblia que hablaban de la sanidad, ella cuestionó a Dios que nada estaba cambiando en ella.
“A algunos momentos olvidaba lo que Dios había hecho por mí, y me sentía sola. Pero creo que eso es lo que hace que el Evangelio sea de manera increíble. Dios siempre siguió mirándome a mí, incluso cuando yo estaba huyendo de él”, dijo que había una esperanza renovada cada vez que abría la Biblia.
“Jesús sanaba a todos, así que pensé, ‘Si sanó a todos estos, ¿por qué él cambiaría?, entonces él me sanará, también’”, dijo.
En el camino hacia la recuperación, Jaquie también tuvo que hacerle frente a las decisiones importantes. Después de escuchar a su pastor predicar sobre “la santidad”, la joven sintió la necesidad de ir hasta el altar.
Un año y medio, ella comenzó a vivir con su novio, Andy. En un momento de intimidad de la pareja, ella sintió que Dios le dijo que las cosas no deberían suceder de esa manera. Días después, ella regresó a casa de su madre.
“Él [Andy] me ha apoyado de diferentes maneras … Él siempre estaba ahí. Estaba de acuerdo con lo que estaba haciendo y mis opciones”, dijo.
La boda
Cuatro meses más tarde, ocurrió el milagro tan esperado para Jaquie quien literalmente caminó por el pasillo el día de su boda, algo que sorprendió a familiares, amigos y a ella misma.
“Recuerdo que me sorprendió caminar por el pasillo, caminé durante la ceremonia y pude bailar para mi boda”, recuerda. “. Estaba tan excitada y disfruté el momento. Creo que Dios me permitió vivir esto”.
Jaquie tiene la esperanza de recuperar aún más fuerza y movimiento en las piernas, pero también espera atraer a la gente al amor de Jesucristo a través de su historia.
“Busque a Dios por encima de todo. Cuando usted lo busca, él le dice lo que debe hacer, él le da lo que necesita. Creo que lo más importante es perseverar. Tiene que continuar teniendo esperanza y fe en Dios quien dice ser. Las promesas de Dios son suyas. Llévalas contigo”, aconseja la joven.