REDACCIÓN DELAZONAORIENTAL.NET
Un grupo de médicos de cien médicos uruguayos se han opuesto a practicar abortos por principios éticos o religiosos, su posición está complicando el pleno cumplimiento de una de las primeras leyes en América Latina que autoriza la interrupción del embarazo.
El Parlamento uruguayo aprobó en octubre, una norma que permite a la mujer abortar tras cumplir con una serie de requerimientos, entre ellos una entrevista con un grupo multidisciplinario de profesionales para ser informada sobre los riesgos de la intervención.
La ley entró en vigor en noviembre, pero casi un tercio de los médicos (30 por ciento de los ginecólogos) calificados para llevar a cabo el procedimiento, se han opuesto dijo la semana pasada, el diputado Leonel Briozzo, secretario de Salud.
Los cien ginecólogos han presentado una petición al gobierno centro-izquierda de Uruguay, cuestionando el decreto que establece la aplicación de la nueva ley. Algunos han acusado al Ministerio de Salud de presionarlos para llevar a cabo los abortos.
“Recibimos entrenamiento en la Universidad para curar a la gente y salvar vidas y sabemos muy bien que el aborto es un asesinato. El embarazo no es una enfermedad “, dijo la doctora María Lujan Chiesa, que se encuentra entre el grupo que se ha enviado una petición al gobierno.
Hasta ahora, las pacientes que no pudieron concretar abortos por oposición de los médicos debieron trasladarse a otras zonas del país para realizarlos.
La ley introdujo la posibilidad de que tanto médicos como centros privados de salud apelen a la objeción de conciencia para apartarse de la norma.
“Es el compromiso de conciencia con la labor que hacemos y que muchas veces hace que tengamos que anteponer los intereses genuinos de nuestros pacientes aún incluso por sobre nuestros puntos de vista”, dijo recientemente el ministro de Salud uruguayo, Leonel Briozzo.
Uruguay, un país con mayoría cristiana pero donde el Estado y la Iglesia son independientes, fue el tercero en América Latina en aprobar el aborto, luego de Cuba y Guyana, a quienes se suma Ciudad de México.