REDACCION DELAZONAORIENTAL.NET
SANTO DOMINGO ESTE
Por Roberto Veras.
Desafortunadamente, el nivel de violencia continúa aumentando con cada año que transcurre.
Consideremos el aumento de la población, la diversidad de la creencia, cuando se trata de la religión, de política o cualquier otra perspectiva cultural.
Las personas chocan, las culturas chocan y con estos enfrentamientos cada vez más comunes nos volvemos más y más desensibilizados a los niveles de la violencia.
Nos hemos vuelto más tolerables en cuanto a lo que ocurre en nuestra sociedad porque creemos que no podemos controlar la violencia.
A medida que la población ha crecido, el costo de vida se ha disparado, pero los salarios nunca parecen alcanzar.
La frustración es un estado común para muchos y los ciudadanos no tienden a preocuparse por el problema de sus vecinos.
Muchos hogares tienen sólo una madre que a la misma vez hace de padre y dejan a los niños solos por un espacio de tiempo prolongado y sin control.
Cuando ellas vuelven a casa procedente del trabajo, sienten la misma presión laboral, pues deben preparar la comida, la limpieza debe hacerse, los niños necesitan ayuda con su tarea y luego tienen que ser puestos a la cama.
Aunque creo que muchos padres quieren controlar lo que sus hijos ven en el internet, principalmente en las redes sociales, resulta una tarea abrumadora.
Los niños, en la sociedad actual, ven y experimentan la violencia en todas partes: en la calle, en la escuela, en casa, en la televisión y se vuelven inmunes a los horrores de la misma.
A medida que el tiempo avanza, la violencia continuará aumentando y los niños la aceptan como un acontecimiento normal y cotidiano y que todo lo que necesita hacer es cuidarse por sí mismos.
Los seres humanos parecen estar a punto de convertirse en criaturas solitarias; sólo para ocuparse de sus propias necesidades y deseos sin un cuidado sobre el bienestar de los demás.
Tal vez esto es una evolución; quizás en el futuro debemos volvernos más animales para asegurar la supervivencia de nuestra especie
Tal vez sea la ruptura de la familia, de la comunidad de los viejos principios.