REDACCION DELAZONAORIENTAL.NET
Toda la vida del planeta depende del agua. Al proclamar el 2013 Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció que el agua es fundamental tanto para el desarrollo sostenible como para la salud y el bienestar humanos. Este reconocimiento no es algo nuevo: Leonardo da Vinci comprendió la importancia de esta cuestión cuando declaró que ‘El agua es el motor de la naturaleza’.
El agua desempeña una función fundamental de conexión. Desde las fuentes hasta el mar y a través de su ciclo incesante, el agua conecta todos los rincones de la Tierra. La Convención de Ramsar reconoce que los humedales desempeñan una función clave en esta interconexión y que el uso racional de los humedales es esencial para lograr un manejo sostenible del agua.
El 2 de Febrero, celebramos el Día Mundial de los Humedales 2013 bajo el tema Los humedales y la gestión del agua. El Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO (PHI) conmemora esta jornada en colaboración con Ramsar y forma parte de la celebración del Año Internacional de la Cooperación en la esfera del agua. El nexo entre el agua, las personas y los humedales siempre ha sido una preocupación central compartida tanto por el PHI como por Ramsar. Los humedales son un recurso de gran valor socioeconómico, cultural y científico, y su pérdida sería irreparable.
Los humedales proporcionan servicios ecosistémicos (los beneficios que las personas obtienen de la naturaleza) esenciales, incluso mediante su función de regulación y abastecimiento de agua. De manera que existe un vínculo inextricable entre el manejo del agua y el “uso racional de los humedales”. El objetivo fundamental del Día Mundial de los Humedales 2013 es fomentar la sensibilización de las personas acerca de la interdependencia del agua y los humedales, indicar medios adecuados para que los diferentes grupos de interesados compartan el agua de una manera equitativa y lograr que se comprenda que sin humedales no habrá agua.
El acceso a un abastecimiento adecuado de agua limpia es un requisito básico para la supervivencia de los seres humanos. Subestimamos permanentemente la función de los humedales como elementos básicos del manejo del agua dentro del proceso de suministro y regulación del que depende la humanidad. Los efectos de los cambios en el uso de la tierra, la desviación de aguas y el desarrollo de infraestructuras siguen conduciendo a la degradación y la pérdida de humedales. Sin un manejo adecuado de los humedales no puede haber agua de calidad y cantidad adecuadas en el lugar y el momento en que se necesite.
Para el manejo del agua se requieren mecanismos de gobernanza apropiados. Cada vez es más necesario que el interés por las decisiones sobre el manejo del agua se desplace desde la periferia del gobierno hasta el centro de la sociedad.
Todos intervenimos en el manejo del agua, y no solo las empresas de abastecimiento o los organismos gubernamentales de reglamentación. Cada vez que abrimos el grifo o compramos alimentos participamos en una pequeña parte del ciclo más amplio del manejo del agua. En el nivel más elemental, el agua representa más del 60% del cuerpo humano.
¿Cómo lograremos asegurar el acceso de una población cada vez más numerosa a los preciosos recursos de agua garantizando al mismo tiempo la protección en el futuro de los ecosistemas de los que dependemos? Aquí es donde cobra importancia el reconocimiento de las funciones ecológicas fundamentales que desempeñan los humedales como reguladores de los regímenes hidrológicos. Los humedales son la infraestructura hidrológica natural de la Tierra que proporcionan una fuente limpia y un reservorio de agua dulce. Su pérdida y degradación agrava directamente los problemas relacionados con el suministro de agua y pone en peligro el bienestar de los seres humanos.
Así como los problemas relacionados con la escasez de agua y la seguridad hídrica no se limitan al sector del agua sino que también constituyen verdaderos problemas sociales, el reconocimiento de los humedales como medio de garantizar la seguridad en el suministro de agua también supone una opción de la sociedad. La actitud de los gobiernos y los ciudadanos puede influir en las decisiones futuras.
Los humedales son “proveedores de agua”, que la procesan y purifican. También son “usuarios de agua”, ya que necesitan recibir cierta cantidad de agua a fin de seguir suministrando ese recurso, para no mencionar los muchos otros servicios y productos que proporcionan a los seres humanos. Su función en los ciclos hidrológicos es parte integral del manejo del agua desde los estanques locales hasta las cuencas hidrográficas transnacionales. Así como todos intervenimos en el manejo del agua, todos debemos asumir la responsabilidad por el uso racional de los humedales a fin de mantener el abastecimiento de agua para la humanidad.
¿Qué podemos hacer?
Las actividades locales de reciclado, reutilización y conservación del agua son la base de un manejo sostenible y su importancia no se debe subestimar. Las partes interesadas locales pueden intervenir directamente en la ejecución de iniciativas de manejo del agua de mayor alcance realizando actividades domésticas como la captación de agua de lluvia y el diseño de huertos que favorezcan la eficiencia hídrica, o bien reduciendo el consumo de agua o mejorando los humedales locales. Se alienta también a las partes interesadas a velar por que sus experiencias y preocupaciones se integren en los procesos de toma de decisiones sobre el manejo del agua. No deben subestimarse las posibilidades de cambio que ofrecen las iniciativas de promoción y acción a nivel comunitario.
Los consumidores pueden reducir la cantidad de agua que utilizan mediante acciones directas, por ejemplo, instalando inodoros y duchas diseñados para ahorrar agua, manteniendo cerrado el grifo mientras se cepillan los dientes, utilizando menos agua en el jardín, evitando el vertido de medicamentos, pinturas u otros contaminantes en el sumidero, etc. También pueden apoyar la protección y restauración de los ecosistemas de humedales.
Pero los consumidores también producen una huella hídrica indirecta, que suele ser mucho mayor que la directa. Tienen dos posibilidades básicas para reducir esa huella indirecta. La primera consiste en dejar de comprar productos que tengan una huella hídrica considerable y reemplazarlos por productos alternativos cuya huella sea menor. La otra opción consiste en mantener sus pautas de consumo pero seleccionar productos con huellas hídricas comparativamente más pequeñas, o cuya huella solo afecte a zonas donde no existan mayores problemas de escasez de agua.
Para adoptar estas decisiones hay que disponer de información y es importante que los consumidores se encaren con los fabricantes y exijan tanto a las empresas como a los gobiernos que proporcionen información transparente acerca de los productos. Solo unos consumidores debidamente informados sobre los efectos de los productos en el ciclo hidrológico pueden adoptar decisiones conscientes acerca de lo que compran.
A nivel internacional, la Convención de Ramsar ha exhortado a los gobiernos, desde el nivel local al nacional, a que reconozcan que los humedales son los recursos principales de los que se derivan el agua y todos sus beneficios para los seres humanos y constituyen un componente decisivo y fundamental del ciclo hidrológico que mantiene nuestro abastecimiento de agua.
La convención y la UNESCO trabajan en estrecha colaboración con la Convención del Patrimonio Mundial, del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) y, en los últimos años, del Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO. UNESCO-PHI, a través de sus redes y asociados, contribuye activamente a la aplicación de la Convención de Ramsar, en particular identificando e inventariando acuíferos transfronterizos y ecosistemas dependientes de las aguas subterráneas que son esenciales para la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos.