REDACCIÓN DELAZONAORIENTAL.NET
La NASA ha presentado un prototipo de lo que podría ser el primer avión que volará en Marte en una misión en la que estaría acompaña de un vehículo Rover, planificada para la década de 2020. El Prandtl-m (Preliminary Research Aerodynamic Design to Land on Mars) es un avión drone de ala volante con aspecto de boomerang y se prevé que esté listo para ser lanzado desde un globo a una altitud de 30 kilómetros este año, donde las condiciones de vuelo son similares a la atmósfera marciana, ha explicado Al Bowers, director científico del centro Armstrong de la NASA y director del programa de Prandtl-m.
Este lanzamiento podrá a prueba el funcionamiento de la aeronave, que con modificaciones podría plegarse y desplegarse desde un CubeSat 3U colocado en el aerocaparazón de un futuro rover de Marte.
Un CubeSat es un satélite en miniatura utilizado para la investigación espacial, que generalmente tiene doce centímetros de dimensión. Un 3U es un minisatélite tres veces esa medida.
“El avión sería parte del lastre que sería expulsado del aerocaparazón que lleve el rover”, dijo Bowers. “Sería capaz de desplegarse y volar en la atmósfera marciana y deslizarse hacia abajo.
El Prandtl-m podría sobrevolar algunos de los lugares de aterrizaje propuestos para una futura misión con astronautas y enviar de vuelta a la Tierra imágenes de mapas fotográficos muy detallados que podrían servir a los científicos acerca de la idoneidad de los lugares de desembarque”.
Debido a que el Prandtl-m podría viajar en un CubeSat como lastre en una misión prevista hacia 2022-2024, el peso adicional que no se sumaría al coste. Una vez en la atmósfera marciana, la Prandtl-m saldría de su huésped y comenzar su misión, informa la NASA. La envergadura de alas del avión es de unos 60 centímetros, su peso es inferior a medio kilo.
Con un tiempo de vuelo de unos 10 minutos, el avión puedo volar unos 30 kilómetros, según Bowers. “Con la gravedad de Marte, un 38% de la de la Tierra, el peso podría llegar a kilo y medio. Está hecho de material compuesto, fibra de vidrio o fibra de carbono, con un diseño particular idóneo para recuperarse de las condiciones inusuales de una expulsión”, recalcó el científico.