Un sano consejo: “No os desesperéis”
Por Juan López
Cerca de 90 intelectuales, activistas sociales, dirigentes de dos partidos de oposición, ex candidatos a legisladores, alcaldes y regidores que resultaron derrotados en los pasados comicios, dieron a conocer, el 19 de este mes, su “Manifiesto”, en el cual ofertan la solución a la “grave crisis política” que, según ellos, acongoja a la R. Dominicana (RD).
Dicho grupo, asumiendo un protagonismo y vanguardismo político en la “conducción” de los participantes en la Marcha Verde y, en “su representación”, se apresuraron en esbozar su real demanda y solución a la “grave crisis” mediante su “Manifiesto”, en estas tres acciones a implementar:
- Exigir renuncia al Presidente Medina por “ilegítimo”.
- Renuncias también de todos los legisladores, alcaldes, regidores, directores y vocales de los distritos municipales que fueron electos en las pasadas elecciones.
- Formación de “un gobierno democrático de transición” con la misión de organizar, en un año, nuevas elecciones presidenciales, congresuales y municipales para superar la corrupción e impunidad en la RD.
Definitivamente, ¡los sueños, sueños son!
Como se puede interpretar, el “sesudo diagnóstico” sobre la actual situación por la que atraviesa la RD, de acuerdo al contenido del “Manifiesto” preparado por el grupo auto designado vanguardia de la Marcha Verde, concluye en que ya están dadas “las condiciones objetivas y subjetivas” para subvertir el orden constitucional y la institucionalidad, sacar del poder “al gobierno peledeista”, para ellos designar un “gobierno provisional por un año” para que, a través de elecciones “libres, puras y transparentes” que organizarán, se proceda a elegir un “nuevo y verdadero gobierno democrático, participativo e inclusivo” para “acabar con la corrupción y la impunidad”.
El grupo que se erigió “líder del movimiento político la Marcha Verde”, no se sabe cuándo ni a través de qué mecanismo y procedimiento, en la proclama y programa político contenido en su “Manifiesto”, absolutamente atrevido, desfasado y aventurero, empezaron a recibir su merecido:
Desautorización por usar, inconsulta e indebidamente, las firmas de varias personas así como el abrumador rechazo de la opinión pública, de dirigentes de diferentes partidos de la oposición, de las principales organizaciones sindicales y de la sociedad civil.
Una vez más se comprueba lo perjudicial que resultan las acciones politiqueras, demagógicas y desesperadas, el afán por protagonizar acontecimientos, el infantilismo político al confundir los deseos de un reducido grupo con la realidad y el resentimiento personal con las buenas intenciones de un sector social, en un determinado momento.
Los infecundos propósitos que se anidan en el minúsculo grupo que suscribió el “Manifiesto”, buscando pescar en supuesto “río revuelto”, le “salió el tiro por la culata” al pretender interrumpir la estabilidad macroeconómica, la paz social, el orden institucional, el respeto a las libertades públicas, derechos humanos y democracia política que estamos disfrutando en la RD.
A ese tremebundo grupo solo nos resta darle un sano consejo: Superen el maniqueísmo y la trapisonda política. Esperen el 2020 para que vuelvan a someterse “sus aspiraciones” al escrutinio del pueblo dominicano y “no os desesperéis” como suelen hacer los verdaderos demócratas.