Por Wilson Guerrero B. / DELAZONAORIENTAL.NET
Santo Domingo Este– Pena, lastima y lagrimas en los ojos, son los sentimientos que surgen del corazón de los cientos de hombres y mujeres que al envejecer tienen que ir a parar a los centros u hogares de acogidas, que con sacrificio, amor y esfuerzo son creados por el gobierno o por personas de noble corazón.
Pero no es menos cierto que las precariedades con que operan dichos centros u hogares son bien conocidas por todos, y es por eso que la Directora del Hogar de Ancianos Los Mameyes, doctora Xiomara Bautista, pide tanto al sector público como privado que le extiendan la mano para poder asistir a más cien envejeciente a los que debe alimentar y dar medicamentos.
Aunque la dramática situación en que viven las personas mayores en la sociedad dominicana motivó que en 1998 se aprobara la Ley 352-98 para la Protección de la Persona Envejeciente, la cual busca ofrecer al adulto mayor una vida más digna, tal como lo hacen otras naciones, y en ella se establecen los derechos principales de la persona envejeciente: a vivir con su familia; a servicios médicos adecuados a su enfermedad; al trabajo sin discriminación de ningún tipo; a educación de todo tipo; al descanso; a organizarse y participar en actividades públicas, comunitarias, políticas y sindicales.
Al igual que la Ley 87-01 que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social, conteniendo una gran variedad de expresiones de solidaridad necesarias para la convivencia humana, para la paz social y muy especialmente para fortalecer los esfuerzos orientados a combatir la pobreza y crear mayores oportunidades de bienestar a favor de los grupos más postergados. Es por ésto que en ella se articulan una serie de beneficios directos e indirectos para los envejecientes de nuestro país.
Pero eso dice la ley, ahora bien la realidad es otra y por tales razones la doctora Bautista, solicita a los sectores pudientes su cooperación, con el fin de poder seguir brindando las atenciones que demandan los adultos mayores que viven en el hogar y a los muchos que pasan en busca de alimentos y medicinas.
De igual modo se expresó la licenciada Yasenia de León, quien es la administradora de dicho hogar, manifestando que carecen de silla plásticas, mesas para comedor, neveras, abanicos, sabanas, toallas, sillas de oficina, escritorios, bebedor, teléfono, entre otros.
“Realmente estamos necesitando de todo para poder dar el servicio a los envejecientes que tenemos fijos, así como a los allegados y es que la subvención que recibimos de Salud Pública, es la misma que recibimos desde hace 14 años, la cual estaba estipulado para 30 envejecientes, pero tampoco tenemos aire acondicionado ni frízer o nevera para garantizar la durabilidad de los medicamentos que necesitan ser refrigerados, y la falta de alimentos de todos tipos, así como utensilios de cocina para cuecer los alimentos”, expresó de León.
Por su lado la doctora Xiomara Bautista manifestó que “La Ley de Seguridad Social establece los beneficios que ofrece a los envejecientes, en el marco de sus derechos, priorizando a aquellos en condición de indigentes y carentes de recursos; así, los envejecientes tienen derecho a la protección en materia de salud, que garanticen la atención oportuna y adecuada a su condición, protección en pensiones que les asegure una vejez digna”.
Finalmente esbozó que en éste país hay muchas gentes buenas y de noble corazón que hacen aportes para ésta noble causa, por lo que espera que muchos se preocupen y se motiven a hacer sus aportes para mantener a éstos hombres y mujeres que dejaron su fuerza en honor del Estado Dominicano y que hoy son echados al olvido, por lo que pueden llamar a la licenciada Yesenia de León al Numero 809-9197409
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