Por: Denny Gómez/ DELAZONAORIENTAL.NET
Santo Domingo Este-El ex sindico del distrito municipal San Luis, David Contreras comparó hoy el retiro de su candidatura a la sindicatura en apoyo del pre candidato y ex sindico Raúl Mañón con la historia Bíblica del Rey Salomón y las dos mujeres, acción que también definió como una forma de desprendimiento en favor de su partido, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Contreras, recordó que en la historia del rey Salomón y las dos mujeres, ambas se disputaban la maternidad de una criatura y que este para determinar cual era la madre legitima ordenó a un guardia sacar su espada y dividirlo en dos para que la dos mujeres no se pelearan y que cada una tuviera un pedazo, aunque estuviera muerto, pero que al ver esta acción la verdadera madre pidió al rey Salomón detenerse y pidió que le dieran el niño a la otra mujer para salvarle la vida, aunque ella no lo tuviera, lo que le permitió a su majestad por ese desprendimiento determinar cual era la verdadera madre.
Adaptando este texto bíblico a la realidad política del distrito municipal San Luis, David Contreras indicó que el objetivo es rescatar la Junta Municipal San San Luis para el Partido de la Liberación Dominicana y sus dirigentes en beneficio del pueblo y que para lograrlo varios candidatos deben desistir de sus apariciones en apoyo a uno solo y que él a pesar de ser el mejor posicionado declinó su candidatura en apoyo a Raúl Mañón, como una muestra de desprendimiento y amor a su partido al que dijo tiene poco perteneciendo pero que al parecer le duele más que a muchos dirigentes históricos que prefieren mantener sus candidaturas conociendo esta realidad y sus posicionamientos.
HISTORIA DEL REY SALOMÓN
Un gran silencio cayó sobre la sala real de audiencias. Todos los ojos estaban fijos en el rey Salomón. Sus siervos se preguntaban cómo resolvería el joven monarca aquel complicado caso.
Dos madres solteras compartían una habitación. Cada una había dado a luz un niño, más o menos en las mismas fechas. Por la noche, una de las madres, en forma accidental se dio vuelta sobre su bebé y lo asfixió. Despertó muy temprano y notó que su hijo estaba frío e inmóvil. Entonces la angustiada mujer tomó el bebé dormido de su compañera de cuarto, y colocó el bebé muerto en su lugar. Más tarde, cuando la otra mujer despertó, encontró al niño muerto y comenzó a lamentarse con dolor. Pero después de examinar al niño, se dio cuenta rápidamente que no era su hijo. Al mirar al otro lado del cuarto, ella vió a su compañera que sostenía firmemente a su hijo.
Las dos mujeres comparecieron ante el rey, disputándose la posesión del niño vivo. “¡Este niño es mío!”, gritó una.
“¡No, el niño muerto es el tuyo!” contestó la otra.
¿Cómo podría el rey determinar quién era la verdadera madre? Salomón interrumpió el debate y le dijo a un guardia que tomara su espada y dividiera al niño vivo en dos. Al principio el soldado pensó que el rey estaba bromeando, pero Salomón miró con ira la indecisión del soldado. Lentamente este desenvainó su afilada y reluciente espada y avanzó hacia la mujer que sostenía el bebé. Rápidamente la verdadera madre se arrojó a los pies del rey y suplicó, “¡Dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis!” Pero la otra mujer dijo, “Ni para mí ni para tí que lo partan”. Entonces Salomón supo sin duda alguna, quién era la verdadera madre.