REDACCIÓN DELAZONAORIENTAL.NET
Por. Ramón Valdez p.
La lucha interna del principal y mas viejo partido del sistema político dominicano parece que ya toco fondo y si bien sus principales dirigentes debieran mostrar un mínimo de sensatez, prudencia, cordura y vocación democrática de manera que permita que la voluntad de la mayoría se imponga respecto de la minoría como lo indica la regla de oro en democracia. Pero, no menos cierto es, que estamentos de justicia como el TSE han debido ejercer un papel apegados, a una correcta administración de justicia, fundamentado en la verdad, equidad e imparcialidad; a los fines de armonizar las partes en pugnas y no desatar como lo han hecho, un conflicto que ahora, va mas allá de las trincheras partidarias.
La deuda social acumulada dejada por los gobiernos que han conducido la cosa pública en los distintos períodos de vida democrática post Trujillo en el país, son insumo de insatisfacción para una población que ve, como sus males se profundizan; y si no han hecho colapsar al sistema de partido en el país, es por la posibilidad de alternancia que el sistema de partido le deja a la población y que le permitirle canalizar sus disgustos vía sus principales partidos, como lo son principalmente el PLD y el PRD instrumentos fundamentales de la partidocracia.
El PRD es columna fundamental del sistema democrático, es una organización fuerte que ha permitido que los electores sigan creyendo y concurran a los procesos electorales para apoyarle o manifestar su rechazo y consecuentemente ha servido para que gran parte de la sociedad siga confiando en los procesos electorales, por lo que seria una aventura muy riesgosa apostar a la desaparición del partido blanco y entregarlo en base a sentencias mostrencas a quien no representa legítimamente la mayoría a lo interno del “buey que mas jala.”
Ciertamente deben ser los perredeístas capaces de resolver sus conflictos vía el medio mas expedito y democrático como lo es, una convención, donde el universo partidario se exprese sin exclusión pero, no debemos ignorar que fuerzas externas al partido, apuestan a su debilitamiento con el concurso del Tribunal Superior Electoral, que como en esta ocasión, ya se había despachado antes, con una cadena de sentencias que no dejan nada a la imaginación y que lo revelan parcializado, imprudente y burdo, colocándose al servicio del oficialismo y sobre todo de Leonel Fernández y el PLD para perpetuarse en el poder mas allá del 16.
Sin embargo, el momento actual planteaba que el alto tribual electoral, responsable de ser árbitro en los conflictos partidarios, jugara un papel con responsabilidad e imparcialidad, suscribiendo su actuación a lo jurídico y legal, no así a lo político y al uso abusivo del poder, como lo ha hecho una vez más sin rubor ni escrúpulos.
Para lograr un saneamiento que permita unificar al PRD solo es posible, practicando la democracia, sobre la base del respeto, la justicia y la voluntad de la mayoría y no con sentencia que le echan mas leña al fuego y son más bien, promotoras de la división que de la reconciliación de las partes.
.Apostar a la división del partido blanco, es atentar contra el sistema de partido que dejaría a gran parte de la población sin una institución del sistema que le represente y le conduzca en una oposición responsable; es crear las condiciones, dado el papel mayoritario del partido del jacho, de pretender perpetuar en el poder al PLD no por sus logros sino por el debilitamiento del principal partido de la oposición con practicas antidemocráticas y muy a pesar de la insatisfacción que expresa una buena parte dominicanos .
pero lo peor es, que esta estrategia de permanecer en el poder, no por dar respuestas a los graves problemas que afectan a la población sino con el debilitamiento del partido opositor se crean las condiciones para el aventurerismo, para que entre el caos y toda la sociedad organizada se vea resquebrajada, incluyendo hasta el gobierno de Danilo Medina.
La suerte esta echada y la dirección histórica del partido blanco ha dicho que no permitirá que le arrebaten su partido, como ya lo hizo Leonel con el partido de Balaguer de manera que lo conveniente es, que no sea el contubernio Leonel –TSE quienes decidan la suerte del partido de Peña Gómez, sino que sus dirigentes y base partidaria se coloquen a la altura de las circunstancias, es momento de seguir adelante en la lucha, ahora con mas fe y valor, rendirnos jamás, por el bien de la organización, del país y el sistema de partido.