REDACCION DELAZONAORIENTAL.NET
La devoción por la Virgen de la Altagracia, considerada como la Madre Protectora del pueblo dominicano, se inició durante el período colonial, cuando los viajes Cristóbal Colón, aunque también fue paseada por otras regiones del continente.
Según cuentan los historiadores y los párrocos de la Iglesia Católica, a partir del 12 de mayo de 1512 es construida una parroquia en la Villa de Salvaleón de Higüey, bajo las ordenes del obispo de Santo Domingo, García Padilla, ya que en esa época habían llegado a Higüey, los Hermanos Trejo, Alonso y Antonio, quienes trajeron la imagen de la Virgen de la Altagracia, éstos provenían de Plasencia, localidad de la Provincia Autónoma Extremadura, España.
Los Hermanos Trejo fueron los primeros en fundar un trapiche para producir azúcar, que tiempo después daría paso a los famosos ingenios de azúcar en el país. Los Trejo se mudaron en la Villa de Higüey, y de inmediato regalaron la imagen de la Virgen de la Altagracia, para que toda la comunidad la venerara, y así sucedió, convirtiéndose hoy en la Madre Protectora de la República Dominicana.
La fiesta oficial de la Virgen de la Altagracia es el 21 de enero, según los historiadores, ya que para esa fecha se celebró en la parte Este de la Isla la Batalla de la Sabana Real, donde el ejército de los españoles, encabezado por Antonio Miniel derrotó al ejército francés el 21 de enero de 1690.
También existe la versión que dice, que los españoles le pidieron a la Virgen de la Altagracia, que les ayudara a ganar la batalla, estos ganaron y el 21 de enero, realizaron una gran fiesta religiosa, con motivo de veneración a la Altagracia, aunque su fiesta debería ser el 15 de agosto, debido a que en dicha fecha, fue traída la imagen de la Altagracia al país, sin embargo la fecha del 21 de enero es la oficial y por muchos años ha permanecido intacta hasta hoy día.
Tras la petición del Monseñor Meriño, fue aprobada esta fecha, y desde entonces, oficialmente es celebrado este, todos los 21 de enero, la fiesta de la Virgen de la Altagracia, y en el país fue aprobado por ley la declaración oficial de ese día como no laborable, de fiesta nacional y religiosa en todo el territorio nacional, esto fue ejecutado durante el gobierno de Horacio Vásquez, quién era devoto de esta Virgen.
Nuestra Señora de la Altagracia ha tenido el privilegio especial de haber sido coronada dos veces por las máximas autoridades de la Iglesia Católica, el Papa Pío XI y Juan Pablo II.
Su primera coronación fue el 15 de agosto de 1922, cuando el pontífice Papa Pío XI se encontraba en el país, y desde el Baluarte 27 de Febrero, hoy Puerta del Conde, la Altagracia fue canónicamente coronada bajo el título de Nuestra Señora de la Altagracia.
Durante la primera visita del Papa Juan Pablo II, el 25 de enero de 1979, este bendijo el Santuario de la Altagracia, hoy Basílica de Nuestra Señora de la Altagracia y el 12 de octubre de 1992, en su segunda visita al país, el Papa Juan Pablo II coronó
personalmente a la imagen de La Altagracia con una diadema de plata sobredorada.
Los historiadores tienen varias versiones de la historia y origen de la Altagracia en el país, también de su imagen, de la cual se cree, que el lienzo del cuadro de la Altagracia es una obra primitiva, y que pudo ser realizada en la Escuela Española de Arte, y que según los expertos fue pintada a finales del Siglo XV o a principios del siglo XVI.
Aunque no se puede dar un testimonio oficial acerca del origen del lienzo, debido a que esta puedo haber sido pintada por alguien más, no necesariamente de la Escuela Española de Arte, también no hay ningún documento o testimonio que lo prueben.
El cuadro de la Altagracia mide 54 centímetros de alto por 42 centímetros de ancho, el cual relata a una mujer dando a luz a su hijo, y que detrás de ella se encuentra José.
La Altagracia tiene una corona de 12 estrellas, simbolizando los doce apóstoles; también muestra la “Alta Gracia” de María, la elegida por Dios, para ser la madre de su hijo, y que también ha sido designada como la Reina de la Iglesia, del Cielo y del Mundo, pero sobre todo, la Madre de Jesús.
El marco que sostiene el cuadro de la Altagracia, es una de la expresión más refinada de la orfebrería dominicana, debido a que su cuadro está hecho en oro.