REDACCIÓN DELAZONAORIENTAL.NET
“¿Por qué el mundo permanece en silencio mientras los cristianos están siendo sacrificados en Oriente Medio y en África?”. Con este cuestionamiento comienza la columna del presidente del Congreso Mundial Judío, Ronald S. Lauder, publicada en el prestigioso periódico estadounidense The New York Times.
Lauder denunció que en Europa y los Estados Unidos se han realizado manifestaciones contra la intervención de Israel en la Franja de Gaza contra los terroristas de Hamas y que ha habido solidaridad mundial con los civiles palestinos, pero que poco se ha dicho de los cristianos que son perseguidos y masacrados día a día por el Estado Islámico, que opera en Irak y Siria.
“La ONU ha celebrado consultas y ha expresado su indignación sobre Israel por defenderse de esa organización terrorista. Pero la masacre barbárica de miles y miles de cristianos pasó con relativa indiferencia”, subrayó Lauder.
“Pocos periodistas han viajado a Irak para dar testimonio de la ola de terror nazi que está arrasando el país. ¿Por qué la masacre de los cristianos no parece activar la sensibilidad social de las hermosas celebridades y viejas estrellas de rock?”, agregó el estadounidense.
Lauder, también se mostró crítico con el gobierno de los Estados Unidos, porque –según alega– sus ataques selectivos contra los yihadistas pudieron salvar la vida de miles de yizadíes, una minoría del norte de Irak, pero no son suficientes para detener la ola de terrorismo que también afecta a la minoría cristiana de la zona.
“El Estado Islámico en Irak y Siria no es una mera coalición de grupos yihadistas, sino una verdadera fuerza militar que se ha adueñado de gran parte de Irak”, añadió el directivo, que explica que el Estado Islámico debe parte de su éxito a un “modelo económico basado en obtener dinero de la extorsión y el control sobre recursos petroleros” con los que financia su “máquina para matar” chiítas, kurdos y cristianos.
Para Lauder, es “indignante” la indiferencia sobre el accionar del Estado Islámico y sus ejecuciones masivas de cristianos y la excesiva preocupación sobre los operativos de Israel. “Es obsceno. Los están matando por sus creencias”, dictaminó, y remarcó que en Israel pueden ejercer libremente su religión sin ser perseguidos, algo que los yihadistas les niegan tanto a ellos, como a los judíos y a otras minorías étnicas y religiosas.