REDACCION DELAZONAORIENTAL.NET
Por Juan Cruz Triffolio
Sociólogo – Comunicador
Triffolio@gmail.com
Raudy Torres, el singular, pícaro y gracioso chef, el inigualable y simpatiquísimo robalagallina, es un dominicano fuera de serie que, por su trato afable y peculiar manera de interactuar, siempre tendremos que admirar, querer y respetar.
Es un ser humano extraordinario a quien sobran razones para ser feliz aun en las adversidades que, sinónimos de malas jugadas, le presenta la vida como expresión de ingratitud.
Tiene el carismático Raudy Torres la chispa para ganar amigos a borbotones con su llano conversar, sin dejar de exhibir sus dilatados conocimientos, acumulados, tanto en las academias como en la universidad de la vida, sin dejar de poner al desnudo su fino tratamiento en el momento oportuno.
También, con su llamativo y fascinante acento cibaeño y sus impredecibles narraciones teniendo como aderezo, en frecuentes ocasiones, la inclusión de algunos cuentos de doble sentido, pero sin abrazarsea lo soez, es capaz de extraer múltiples carcajadas entre los más insensibles de los mortales.
Ese es el Raudy Torres que todos conocemos y queremos.
El hijo de la Hidalga de los 30 Caballeros, alegre y campechano, indomable y fajador, para quien sonreír constantemente es una estampa de vida que ni la más lacerante y tenebrosa invitación al sepulcro logrará borrarla en la redondez de su rostro, orgullosamente moreno.
Es un ser tesonero y amoroso, surgido en las incertidumbres y el batallar de una humilde y noble familia, forjado por el esfuerzo y el trabajo, quien con su indomable fe en la misericordia y grandeza del Divino Creador, vive aferrado a no perder las esperanzas.
Por esas y otras razones, Raudy Torres confiamos en que recuperará su salud para continuar conviviendo entre nosotros con la anuencia justiciera del Todopoderoso.
El órgano que actualmente requiere para su sana existencia y el monto económico que exige su intervención quirúrgica y su tratamiento médico posterior, emanará en cualquier momento de la mente y el corazón generoso de los hombres y las mujeres de buena voluntad.
Y así habrá de ser…!!
Raudy Torres, constantemente, ha empapado a su pueblo de alegría y felicidad, sin miramientos de origen, credo, color de piel y partidos, y por tanto, no es justo permitir que el olvido y las ingratitudes aceleren su dolorosa retirada del mundo de lo efímero.
De su carnaval de siempre, espacio de convivencia en que nos ha permitido vivir indelebles momentos y experiencias, fortaleciendo nuestro orgullo caribeño y dominicanista, está llamados a brotar la respuesta necesaria para que, Raudy Torres, auténtica bujíaque mantiene encendida la llama del folklore y la cultura popular nacional, permanezca junto a nosotros en esta media isla en donde no podemos darnos el lujo de que muera la alegría.
Ya es hora… la decisión es hoy… Manos a la obra..!!