REDACCIÓN DELAZONAORIENTAL.NET
Kim Kardashian, al igual que toda su familia, vive de su imagen y le encanta alardear sobre su estilo de vida lleno de lujos y excentricidades. Sin embargo, la celebrity sufrió un gran bajón a nivel estético cuando quedó embarazada de su último hijo, Saint West, ya que engordó 32 kilos,
Despúes del nacimiento se propuso ecuperar aquella silueta que la hizo famosa en el inicio del reality “Keeping Up with the Kardashians” y parece haberlo conseguido en tiempo récord. En una nueva foto en su perfil de Instagram aparece con un traje de baño muy escotado y mucho más delgada.
A qué precio? ¿Resulta saludable perder tantos kilos en tan poco tiempo? Estas parecieran ser las preguntas fundamentales y sin una respuesta clara.
El dato que trascendió es que la más excéntrica del clan Kardashian sigue la dieta Atkins, que consiste en reducir los carbohidratos de forma drástica y sustituirlos por proteínas. Popularizado en los años 70, este régimen es muy criticado por no aportar cantidades suficientes de calorías y por la posibilidad del efecto rebote.
Algunos medios también especulan que probablemente Kim haya recibido la ayuda de un cirujano durante este proceso, ya que durante su primer embarazo acudió a un experto y invirtió más de 80.000 dólares en tratamientos estéticos.
Fuente: La Vanguardia