REDACCION DELAZONAORIENTAL.NET
A raíz de las declaraciones del Gobierno de que en los últimos 18 meses la pobreza se ha reducido 6 puntos porcentuales, el Centro Bonó considera que existen dudas razonables sobre las conclusiones publicitadas por las autoridades por lo que invita a profundizar más en las investigaciones sobre su medición, ya que esto es vital para el diseño de políticas públicas de cohesión social.
En su Análisis de Coyuntura del mes de septiembre, el Bonó exhorta a todas las instituciones que están implicadas en el estudio y diseño de políticas para la superación de la pobreza a procurar el mayor rigor técnico posible y a evitar el uso político de los datos y los métodos de medición. Según Roque Feliz, vocero de la institución, el llamado es más perentorio para las instituciones públicas, las cuales tienen la obligación de compartir, no sólo sus conclusiones, sino además las bases de datos y los métodos que utilizan para interpretarlos.
“Todos los estudios realizados en República Dominicana señalan que los niveles de pobreza y desigualdad son muy altos en el país, siendo este el principal obstáculo para poder avanzar hacia una sociedad cohesionada”, señala Feliz. Sin embargo, aclaró que en los últimos 20 años la economía dominicana ha crecido de forma sostenida; y puso como ejemplo que entre el año 2001 y 2011 el crecimiento en términos reales fue de 5.3%, sobrepasando en casi 2% el promedio del resto de América Latina.
En sus declaraciones indicó que a pesar del crecimiento económico, la distribución de la riqueza es inaceptable e injusta. “Frente a esta realidad estructural, la ciudadanía no puede sentirse satisfecha con un modelo de desarrollo que sigue mostrando capacidad para crear riquezas a ritmos acelerados y al mismo tiempo no es capaz de reducir y superar la pobreza que sufren segmentos importantes de la población”, expresó el vocero de la institución.
Señaló que a lo largo de los últimos 20 años más de un tercio de la población sigue teniendo ingresos insuficientes paracomprar una canasta básica de bienes y servicios, hecho que aumentó bruscamente durante 2003 y 2004, como consecuencia de la crisis económica y la quiebra bancaria. Superada la crisis, y a pesar de las altas tasas de crecimiento, la pobreza se ha mantenido más alta que en el resto de América Latina, significando esto que el crecimiento del país ha sido menos inclusivo para los pobres, que lo que ha ocurrido en otros países similares, como Panamá y El Salvador.
“Como el modelo de crecimiento y de distribución de la renta en el país no ha cambiado, hay que ser muy cauteloso en el uso de los modelos de medición de la pobreza y evitar análisis incongruentes que no toman en cuenta aspectos como la estacionalidad y la multidimensionalidad de la pobreza”, resalta Roque Feliz.
El Bonó considera que merecen mucha atención las recientes declaraciones del Presidente Danilo Medina y su equipo, según las cuales la pobreza se redujo en 6 puntos porcentuales en 18 meses, lo que significaría que unas 534,149 personas dejaron de ser pobres y satisfacen sus necesidades básicas. Sin embargo, en el estudio que sirve de base a esta afirmación se aclara que es incorrecto medir la evolución de los niveles de pobreza comparando meses distintos y por eso se precisa que es más recomendable comparar el mes de marzo del 2012 con el mismo mes del 2014. En ese caso, la reducción de la pobreza sería de 3.5 puntos porcentuales al pasar de 39.7% a 36.2%. De todos modos, esta reducción sería muy significativa y podría considerarse un verdadero éxito.
Según el estudio del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo la reducción en la pobreza obedece fundamentalmente a cambios sucedidos en el sector rural, donde los niveles relativos de pobreza son superiores que en las ciudades. Se argumenta que el fenómeno es explicable por un importante incremento en los niveles de ocupación en las zonas rurales, lo cual podría estar asociado a la ejecución de programas de fomento de la producción agropecuaria anunciados por el gobierno.
Para Roque Feliz, “La noticia luce muy alentadora y toda la sociedad dominicana debería estar contenta si la información ofrecida por el gobierno pudiera constatarse empíricamente; sin embargo preocupa el hecho de que esos cambios no parecen corresponderse con otras variables económicas, como son: la magnitud del crecimiento del PIB, la reducción del desempleo y el incremento de los ingresos reales de la población”. De hecho, tanto especialistas nacionales como organismos internacionales cuestionan esas cifras, añadió.
El Centro Bonó valora positivamente los esfuerzos del Estado que buscan estudiar la situación de la pobreza en el país, y particularmente el compromiso de utilizar la información para diseñar planes y programas para combatirla. Advierte del peligro de trabajar con un enfoque reducido a la medición de la pobreza por ingreso monetario, y de manejar sin congruencia estacional las comparaciones de mediciones, puesto que esto se podría interpretar como una flexibilización del rigor para sacar ventaja en el mercadeo político. Frente a esto, recomienda el uso de enfoques multidimensionales que permitan entender mejor la situación y formular políticas integrales que faciliten superar la pobreza y la desigualdad, atacando las causas de su generación y reproducción.
El Bonó hizo sus declaraciones en el marco de su habitual Análisis de Coyuntura del primer sábado de cada mes. Esta ocasión tenía como título: “Medición y Evolución de la Pobreza”, y contó con los panelistas Dr. Antonio Morillo, especialista del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, el economista Miguel Ceara Hatton, ex director de la Oficina de Desarrollo Humano del PNUD y Roque Feliz, director del Centro Bonò.