Periodista Cándida Figuereo /DELAZONAORIENTAL.NET
La deshumanización es un signo negativo con visos preocupantes. No se exagera si se dice que alcanza el nivel de metástasis por la forma en que se ha propagado.
Es indignante la deshumanización cuando afecta a enfermos que buscan que alguien se apiade de ellos y lo que reciben es la patada de la indiferencia y la burla.
Fue lo que vivió en carne propia el ahora difunto Antonio Jiménez Robles (Tony), afectado de diabetes y rechazado en los hospitales Juan Pablo Pina de San Cristóbal, el Padre Brillini, el Luís Eduardo Aybar y Francisco Moscoso Puello, éstos tres últimos en la Santo Domingo.
Tony, de 30 años, fue llevado por su madre a esos centros de salud y ella dice a la prensa con amargura: “Nadie quiso atenderlo.”
Tú que lo rechazaste, imaginas que vives en carne propia esa pesadilla. Piensas que es tú hijo el que está como Tony. ¿Te gustaría que le rechazaran la atención médica? ¿Crees que no te puedes pasar? ¿Te consideras inmune a las enfermedades?
Tú que lo rechazaste, ¿Puedes comer y dormir tranquilo luego de negar a un paciente el derecho a ser asistido? Te felicito bárbaro o bárbara, porque tú pareces estar por encima del bien y del mal.
Es lastimoso que un funcionario del ramo admita que esos casos son frecuentes en los hospitales públicos por la deshumanización que campea. Ahora bien, ¿qué hace usted para revertir eso dices “avergüenza e indigna”?
Si se trata de un hecho frecuente en los hospitales públicos, que se arrastra desde años, por qué no se han tomado las correcciones. ¿Tiene que ser publicado en un diario para que se haga?
¿Quién supervisa la calidad y el trato en la atención que recibe el paciente? ¿Dónde quien puede quejarse la parte afectada sin que se le ignore? ¿Cuáles son las sanciones a los deshumanizados?
Ya está bueno de que algunos abusadores de la salud ajena actúen de manera medalaganaria. Póngase en el pellejo del otro, abusador o abusadora. Si aquí el hombre no le sanciona, su castigo será su propio remordimiento eterno.
La supervisión y seguimiento en salud se demuestran con hechos fehacientes. No es hablar mucho, es demostrar con correctivos reales.
Esas debilidades de seguimiento, correctivo y sanción a las faltas de algunos son las causantes de que la deshumanización sea crítica, la falta de humanidad.