REDACCIÓN DELAZONAORIENTAL.NET
Casi todos los dominicanos (97%) creen que hacerle frente a la violencia y la explotación ejercida contra los niños y las niñas debería ser una prioridad mundial, de acuerdo con un estudio realizado por World Vision y la firma encuestadora Ipsos, en 11 países de América Latina y el Caribe.
Del total de encuestados, el 86% está de acuerdo en que los gobiernos, las entidades sin fines de lucro, las comunidades religiosas y las organizaciones locales deben colaborar para abordar la violencia contra la niñez, en lugar de que cada uno actúe de manera independiente. El estudio se aplicó además en Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Perú.
Igual que el resto de la población encuestada en diversos países, al menos el 50% de la población Dominicana cree que los niños tienen menos probabilidades de estar en riesgo de violencia cuando están en la casa.
Un total de siete de cada diez dominicanos respondieron que el castigo físico, por ejemplo, una pela, tiene un alto grado de impacto duradero en un niño.
Para el director de World Vision, Juan Carlo Ramírez, estas cifras ofrecen la esperanza de que la población está reconociendo la violencia y está dispuesta a trabajar unida para que los niños y las niñas estén protegidos y sean disciplinados con amor y ternura.
Al ofrecer unas palabras en el acto de clausura de la caminata Un paso por mi familia, el director de la organización recordó que World Vision ejecuta una campaña por cinco años con el slogan Necesitamos a todo el Mundo para eliminar la violencia contra la niñez, que busca detener este fenómeno que afecta anualmente a 1000 millones de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo.
En vísperas de conmemorarse este 20 de noviembre el Día Universal del Niño, World Vision, cientos de colaboradores, voluntarios y directivos de la organización se sumaron por segundo año a la caminata Un paso por mi familia, con el llamado de eliminar todo tipo de violencia contra la niñez.
A través de su campaña, la organización cristiana internacional respalda las siete estrategias sugeridas por Naciones Unidas para la reducción de la violencia, Invertir en el apoyo de familias y cuidadores; Empoderar a los niños como ciudadanos; Proporcionar un seguimiento continuo a servicios de prevención, protección y empoderamiento; Cambiar las actitudes y las normas que toleran la violencia contra los niños; Promulgar y hacer cumplir las leyes que prohíben todas las formas de violencia contra los niños; Invertir en escuelas seguras y Desarrollar soluciones locales con el fomento de la responsabilidad social.