REDACCION DELAZONAORIENTAL.NET
SANTO DOMINGO. El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) lamentó este miércoles que la Cámara Diputados rechazara el informe de la Comisión Permanente de Justicia que favorecía la penalización del aborto como había aprobado el senado.
El reverendo Fidel Lorenzo Meran, dijo que la ciudadanía en sentido general esperaba que la mayoría en la Cámara de Diputados variara su posición en relación a las observaciones del Poder Ejecutivo sobre el Código Penal y la posterior entrada en vigencia de dicha ley.
“Como cristianos debemos mantener la cultura del Reino de Dios, la cual debe ser edificada sobre la verdad divina, verdad que refleja la naturaleza y el carácter de Dios como autor y sustentador de la vida y estos principios deben aplicarse y estar presentes, en una sociedad que necesita cultivarse y estimularse a las cosas que sean para el bien común de los ciudadanos”. añadió Lorenzo Merán.
El presidente de la institución que agrupa las iglesias cristianas, sostuvo que el rechazo de tan importante pieza legislativa limita a la sociedad en sentido general, de contar con leyes efectivas para combatir la delincuencia que afecta a la sociedad, al tiempo de garantizar la paz ciudadana, la inducción de menores al crimen, el uso del denominado “acido del diablo”, el sicariato y los actos de violencia externa contra las mujeres.
Además, frenar las infracciones, como son homicidios, torturas u otros tratos crueles; someter a experimentos biológicos, médicos o científicos, destruir, apropiarse y saquear bienes, y obligar a prestar servicio en fuerzas extranjera enemiga.
Lorenzo Merán felicitó a los 63 legisladores que, de manera profunda y personal, votaron en contra del proyecto tal y como fue aprobado originalmente expresando la voluntad de la Constitución de la República en su artículo 37, que dispone la protección y defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte.
El representante de la entidad evangélica, informó que los cristianos darán seguimiento al tema, manteniendo siempre una actitud vertical con relación a la penalización de la interrupción del embarazo.