REDACCIÓN DELAZONAORIENTAL.NET
MIAMI – El jonrón que conectó Nelson Cruz el sábado por la noche para darle la ventaja definitiva a la República Dominicana sobre los Estados Unidos el sábado en el Grupo C del Clásico Mundial será recordado como uno de los batazos más importantes en la rica historia de dicho país en el béisbol.
Para Cruz, quien puso a temblar el Marlins Park, con sus 37,446 espectadores -un récord de dicho estadio y en su gran mayoría fanáticos dominicanos- su cuadrangular frente a Andrew Miller fue más importante que algunas de sus hazañas más destacadas en las Grandes Ligas.
De hecho, el toletero de los Marineros de Seattle comparó su vuelacercas del sábado con uno que dio el 10 de octubre del 2011 en el Rangers Ballpark durante la Serie de Campeonato de la Liga Americana. En aquel Juego 2, Cruz dio jonrón con bases llenas por los Rangers para dejar en el terreno a los Tigres de Detroit. Fue el primer Grand Slam en la historia para dejar tendido a un rival en postemporada.
Sin embargo, Cruz le dio más valor a su cuadrangular del sábado.
“Creo que el sabor de éste es mucho más especial, porque tú juegas por tu país”, dijo Cruz, quien fue Jugador Más Valioso de aquella serie contra Detroit. “La gente, no importa el equipo en que estés, siempre te está apoyando. En los Estados Unidos, cuando tú juegas por un equipo, es como un negocio y si te vas, ya los fanáticos se olvidan de ti. Pero la fanaticada dominicana, dondequiera que vayas, te apoyan y nosotros jugamos por la República Dominicana”.
El batazo de cuatro esquinas de Cruz ante los Estados Unidos fue su segundo en Clásicos Mundiales y fue en conteo de 0-2 ante nada más y nada menos que Miller, uno de los mejores relevistas de las Mayores en la actualidad.
“Es un pitcher que poncha y su lanzamiento es el slider. Yo simplemente quería poner la bola en juego”, dijo Cruz. “Gracias a Dios, la bola se mantuvo buena y no se abrió de foul. Lo que uno vive en ese momento no tiene palabras”.
La demostración de emociones del veterano de 36 años al dar la vuelta por las bases también fue para el recuerdo, hasta el punto de que por poco rompe la camiseta de su uniforme al señalar para todo el mundo las letras DOMINICANA en su pecho.
“(Fue como) la Little League (Pequeñas Ligas), cuando uno juega como pequeño y se emociona tanto. Uno no sabe qué hacer en ese momento”, expresó. “Primero, uno tiene que mantener la calma en una situación como ésa, y siempre agradecido con Dios que me dio la oportunidad de conectar ese jonrón para nosotros los jugadores y para los fanáticos que están aquí y toda la República Dominicana. El compromiso que teníamos era bien grande”.