REDACCIÓN DELAZONAORIENTAL.NET
Doce personas fueron asesinadas en la madrugada del primer día del año en Campinas, ciudad de Brasil, por un agresor que se quitó la vida tras los asesinatos.
El hombre identificado como Sidnei de Araujo, técnico de laboratorio de 46 años, le quitó la vida a su ex esposa y su hijo de 8 años, tras saltar el muro del local donde ocurría una fiesta familiar y comenzar a disparar a los presentes con una pistola.
De Araujo tenía, además, un cortaplumas y artefactos aparentemente explosivos.
Según consigna el portal G1, el perpetrador estaba en proceso de divorcio y un testigo se escondió en el baño y escuchó al agresor decir que iba a matar su ex esposa por ella haberle retirado la custodia del hijo.
En su automóvil, además, fue hallado un celular con su contraseña anotada y un grabador de voz con un mensaje de disculpas por algo que pasaría, sin mencionar directamente lo que haría, y frases indignadas contra la madre de su hijo y contra el menor.