REDACCION DELAZONAORIENTAL.NET
En medio de una lluvia que ha hecho sacar los paraguas ha sido recibido el presidente estadounidense Barack Obama en el aeropuerto internacional José Martí de La Habana. La televisión nacional mostró las imágenes en vivo del arribo del mandatario y su familia, quien fue recibido por el canciller cubano Bruno Rodríguez y un batallón de periodistas extranjeros.
Frente a la escalerilla del avión, del imponente Air Force One, no se encontraba en esta ocasión la tradicional fila de funcionarios gubernamentales, sino una pequeña delegación que incluía a Josefina Vidal, la encargada de las negociaciones con Estados Unidos por la cancillería cubana.
A diferencia de otras visitas, como las de mandatarios de países socialistas durante la década de los setenta y ochenta, en esta ocasión no se convocó a un recibimiento popular en el trayecto de la comitiva, escoltada por siete autos de seguridad. Ninguna banderola o valla aludía al mandatario extranjero en el camino del aeropuerto hasta la ciudad.
Sin embargo desde horas de la mañana diversos activistas fueron detenidos cuando se aprestaban a salir de su casa. Es el caso del pastor Mario Félix Lleonart que afirma que desde la tarde anterior se montó un operativo alrededor de su vivienda con el fin de que no pudiera trasladarse a La Habana. Esta mañana más de cincuenta Damas de Blanco y otros activistas fueron duramente reprimidos después de su habitual marcha por la Quinta Avenida, mientras que Pedro Campos, editor del boletín Socialismo Participativo y Democrático fue “visitado” por un agente de la Seguridad del Estado que le “recomendó” que no saliera de su casa mientras llegaba a Cuba el presidente estadounidense Barack Obama. El agente permaneció allí hasta el arribo del avión presidencial.
La transmisión televisiva de la llegada del presidente estadounidense se insertó en un programa especial donde se incluyó desde un documental sobre el cuidado de las jutías, hasta un material sobre Henry M. Reeve, un norteamericano que alcanzó los grados de general en la primera guerra de independencia cubana luchando en el bando de los mambises.
En su primera actividad en Cuba, un encuentro en el Meliá Cohiba con el personal de la Embajada de EEU U en Cuba y sus familias, entre ellos niños, el presidente estadounidense expresó su deseo de que cuando éstos crezcan “vean como algo natural que un presidente de Estados Unidos esté en Cuba”. Obama también declaró que su visita a Cuba es solo “un primer paso” la nueva relación entre ambos países.
Tras la reunión el mandatario estadounidense inició un recorrido por el casco histórico de La Habana Vieja. El recorrido incluyó la Plaza de Armas, el Museo de la Ciudad, El Templete y finalmente la Catedral de La Habana donde lo recibió el cardenal Jaime Ortega y Alamino.
Momentos antes de entrar a la más importante iglesia habanera un pequeño grupo de ciudadanos coreó muestras de afecto a Obama, que fueron interpretadas por la periodista de la cobertura televisiva, Thalía González, como una muestra de “la forma respetuosa” con que el pueblo cubano le daba la bienvenida.
El historiador de la ciudad, Eusebio Leal Spengler guió al mandatario y a su familia por las diferentes sitios patrimoniales. La lluvia arreció cuando la comitiva se encontraba frente a la estatua de Carlos Manuel de Céspedes, padre de la patria, en la Plaza de Armas.
En un momento del recorrido, Obama se acercó a saludar a algunos de los cubanos que se han congregado, a pesar de la lluvia, en las calles aledañas a la Catedral para poder ver al presidente de los Estados Unidos.
El presidente Obama cenó en San Cristóbal, una sencilla paladar de Centro Habana, en otro de sus tantos gestos que respalda su discurso de empoderar al incipiente sector empresarial en la Isla. Lo acompañaron su esposa, hijas y suegra, mientras fuera una multitud ansiosa esperaba el momento de ver en persona al primer presidente norteamericano de visita en la Isla tras casi 90 años.
La agenda oficial de Obama comenzará mañana lunes, la jornada en que el presidente de Estados Unidos se reunirá con su homólogo cubano, Raúl Castro, en el Palacio de la Revolución de la capital cubana, tras una ceremonia de recibimiento.
Está previsto que al término de su reunión Obama y Raúl Castro hagan una declaración a los medios.
Después Obama participará en un encuentro con empresarios estadounidense y “cuentapropistas”, como se conoce en la isla a los emprendedores que han emergido con la controlada apertura a la iniciativa privada puesta en marcha por Raúl Castro como parte de las reformas económicas de la isla.
El martes 22, último día de la visita de Obama, el presidente de Estados Unidos ofrecerá una conferencia dirigida al pueblo cubano en el Gran Teatro de La Habana, que será retransmitida en vivo por la televisión oficial de la isla.
Ese mismo día tendrá también un encuentro con representantes de la sociedad civil independiente, incluidos representantes de la disidencia interna.
Obama y su familia se despedirán de Cuba en la tarde del martes tras asistir a un simbólico partido de béisbol en el Estadio Latinoamericano de La Habana entre una selección local y el Tampa Bay Rays.
Obama es el primer presidente de Estados Unidos que visita Cuba en casi 90 años y el único que lo ha hecho desde el triunfo de la revolución castrista en 1959.