
La cerveza es una de las bebidas fermentadas más antiguas de la humanidad y una de las más valoradas. Y desde el año 2007 se celebra cada primer viernes del mes de agosto el Día Internacional de la Cerveza, una tradición que tiene como origen un pequeño bar de Santa Cruz, California (Estados Unidos).
La celebración llamó tanto la atención que actualmente se celebra por todo el mundo, incluyendo 207 ciudades, 50 países y 6 continentes. Y va en aumento.
Esta celebración con la cerveza como protagonista puede variar según el lugar del mundo en que nos encontremos. Por ejemplo en Alemania celebran el Día de la Cerveza el 23 de abril. En EEUU el 5 de abril. Pero lo que sí es cierto es que se está estandarizando a nivel mundial el Día Internacional de la Cerveza el primer viernes de agosto.
Origen de la Cerveza
Como hemos dicho, la cerveza es una de las bebidas más antiguas de la Humanidad. De hecho, los primeros indicios de la elaboración de cerveza datan de los sumerios en la Baja Mesopotamia, allá por el año 4.000 antes de Cristo. La elaboraban a base de cebada. Posteriormente en el Imperio Babilónico, la elaboración de cerveza se fue perfeccionando.
La primera receta conocida se encuentra en el Código de Hamurabi, el conjunto de leyes más antiguo que se conserva, precisamente creado en la antigua Mesopotamia.
Los egipcios elaboraban cerveza mezclándola con miel, dátiles y canela. La cerveza fue pasando por todas las civilizaciones: griegos, romanos, germánicos.
Beneficios de la Cerveza
Los beneficios de la cerveza para la salud son muy amplios, y van desde la prevención del cáncer y la diabetes hasta la ayuda al sistema digestivo, pasando por el tratamiento de la osteoporosis y la hipertensión. La cerveza es muy eficaz para prevenir la formación de cálculos renales.
La cerveza es rica en vitaminas, lo que ayuda a prevenir la anemia, además de favorecer la salud de la piel y el cabello. Se ha demostrado que el consumo moderado de cerveza reduce drásticamente los niveles de colesterol y mantiene el corazón sano, además de prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Durante el proceso de elaboración, la fermentación del almidón y los azúcares del mosto produce etanol y carbonatación en la cerveza resultante. En la elaboración de la cerveza comercial, el efecto natural de la carbonatación se suele eliminar durante el proceso y se sustituye por una carbonatación forzada.
Revisemos el contenido nutricional de la cerveza, una botella normal de cerveza tiene alrededor de 145 calorías y unos 11-15 gramos de carbohidratos. El agua que se utiliza para fabricar la cerveza se hierve en las primeras etapas del proceso de elaboración, lo que permite eliminar cualquier agente patógeno presente. La presencia de folato en la cerveza ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas cuando se consume con moderación. La cerveza también reduce los coágulos sanguíneos y se ha demostrado que mejora la función mental de las mujeres, además de aumentar la densidad ósea.